El HAC organizó del 13 al 21 de abril de 1935 un evento sin precedentes en España: La Primera semana Nacional de Vuelo sin Motor, en las laderas de la futura Escuela de Monflorite.
La idea suponía un nuevo reto organizativo para los aficionados locales y perseguía reunir en Huesca a los practicantes de vuelo sin motor de las distintas asociaciones que existían en muchas capitales de provincias españolas.
Los socios del Aero Club tenían además un objetivo todavía superior que no era otro que lograr que se estableciese en Huesca una escuela oficial para la obtención de los títulos de piloto de las distintas categorías de vuelos sin motor.
La Diputación Provincial de Huesca, atendiendo a la solicitud del Aero Club, acordó subvencionar con 500 pesetas a los organizadores. Desde Madrid, el Centro de Vuelos sin Motor estuvo representado por su presidente, el teniente coronel Cubillo quien además se hizo acompañar por el teniente coronel Herrera, conocido aeronauta que vino al teatro oscense Olimpia a dar una charla sobre su proyecto de ascensión a la estratosfera.
El reto no era fácil, el número de pilotos superó las expectativas, destacando entre todos ellos, además de los pilotos del Huesca Aero Club, los pilotos madrileños de la Escuela Superior de Aerotecnia y la Escuela Central de Ingenieros Industriales. Acudieron también representantes de la Agrupación Dédalo, del Aeropopular Alavés y representantes de los aeroclubes de Zaragoza, Logroño y Lérida. Se volaron planeadores tipo Falke, CYPA-14, Professor, Ingeniero Industrial, Zögling, Prüfling y el Espenlaub 32 "Osca", en total 9 aparatos.
La Primera Semana Nacional de Vuelo sin Motor de Huesca, representó un éxito sin precedentes dentro del incipiente vuelo sin motor nacional. Durante la misma se consiguieron doce nuevos títulos "C" que se añadían a los dos primeros que se concedieron, dos meses antes, a José María Bescós y a Valentín Izquierdo.
En total se realizaron cincuenta y dos lanzamientos que supusieron un tiempo de permanencia en el aire de seis horas cuatro minutos y dieciocho segundos. Sin embargo tal y como explicaron en el resumen de la Semana que publicaron los organizadores, "No corresponde la permanencia total en el aire con el número de lanzamientos efectuados debido a que cuando el alumno rebasaba el tiempo exigido para lograr el título, se le ordenaba la toma de tierra inmediata, con el fin de que pudieran sufrir examen todos los alumnos inscritos".
La Semana se clausuraba el sábado 21 de abril mediante una cena de gala "a la americana" en el Círculo Oscense.
Extraído del libro "100 años sobre Huesca", Luis Ferreira Escartín, 2011.