Publicamos una fascinante narración de Faustino Cantos sobre el desarrollo de un torno de remolque para lanzar al aire el ala volante Fauvel AV-361 de su construcción en la España de posguerra. 

En los años de pionerismo de posguerra, los de finales de los 60 y primeros 70 del siglo pasado, en convivencia con las Escuelas oficiales de Vuelo sin Motor, se concentraban en Igualada y Mora  una masa crítica de entusiastas  liderando los clubes de vuelo a vela.  Fuera de esos dos polos la actividad de club era prácticamente inexistente. Es el caso de  Faustino Cantos, maestro nacional en Ontur al límite oriental de la provincia de Albacete, quien de forma extraordinaria se las ingenió para componer un torno de remolque, único medio en Ontur para sacar al aire su ala volante Fauvel AV-361.

 

HISTORIA DE UN TORNO DE REMOLQUE
por Faustino Cantos Graciá. (24-04-2022)


En el año 1971, en Ontur (Albacete), finalizada la construcción del velero Fauvel AV-361 número de serie 324, en la actualidad en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos, me planteé el lanzamiento. En principio preparé una ladera y unos sandows y limpié un tramo de la Cañada Real de Cuenca a Cartagena que discurre próxima a Ontur.

Como torno, adapté a la polea de un tractor agrícola, una bobina y mil metros de cable y su correspondiente guillotina. Al realizar los ensayos de este improvisado torno, todavía sin enganchar el velero, descubrí que, si bien la resistencia que ofrecería el velero sería la mínima, la que ofrecían mil metros de cable arrastrando por la tierra y hierba, era tal, que los 35 CV del tractor eran insuficientes para alcanzar la velocidad de despegue.

Fotografía 1. Faustino Cantos junto al planeador Fauvel construido por él, en Ontur. Primera construcción aficionada de
España. Expuesto en el Museo Nacional de Aeronáutica y Astronáutica.

 

Comenté la cuestión con Federico Villalba, que ya disponía en Almorox de una pista,construida durante la guerra civil y donde volaba un Fauvel, que había adquirido en Francia, remolcado por un torno que localizó en una chatarrería, pero sin motor y al que le había montado un motor Fire Power de 300 CV de un turismo.

Este torno, como ya no le era de utilidad, porque remolcaba con un automóvil sin carrocería y lastrado con sacos de tierra y con un alambre, no cable, de acero inoxidable, me lo prestó para las pruebas de mi Fauvel.

Fotografía 2. Torno con transmisión directa de motor a tambor.

 

Me desplacé a Almorox con mi 2CV, y remolqué el torno hasta la estación de ferrocarril, donde fué embarcado y trasladado hasta Ontur. Para la protección del tornero construí una jaula similar a la que se usa para el transporte de leones.

Fotografía 3. Torno con transmisión directa de motor a tambor y “jaula de leones “ para protección del tornero. En la
fotografía Faustino (con camisa blanca) y un ayudante.

 

Preparada toda la infraestructura y pensando en el trabajo que había costado la construcción del velero era temerario que yo realizara las pruebas de vuelo, dada la escasa experiencia que tenía como piloto, pues había un alto riesgo de destrozar el velero. Entonces, Federico se ofrece a realizarlas, y durante unas vacaciones de Semana Santa viene a Ontur con su numerosa familia, esposa y ocho hijos. Otros pilotos que lo probaron fueron René van Gemert y Helmut Irmler del club de Mora.

Fotografía 4. Fauvel en vuelo sobre la Cañada Real de Cuenca a Cartagena.

 

Después continué volando en otros parajes, grandes rastrojos, que permitían orientar al viento el despegue. Como tornero el taxista del pueblo aprendió rápidamente.


Pasados los años, ya construido el aeródromo, el hangar y fundado el aeroclub de Vuelo a Vela de Ontur, la Fenda nos cedió un velero Blanik y comenzamos las pruebas de remolque. Y aquí surge una nueva complicación: el motor de 300 CV que remolcaba con facilidad el Fauvel de 200kilos, no puede con el Blanik de 500 kilos, pues el acoplamiento entre motor y tambor es directo, es decir, sin caja de cambio reductora de revoluciones, y el motor se “cala” y no acelera. La solución fue intercalar una caja de cambio de una furgoneta. Para esto hubo que alargar el torno añadiéndole dos trozos de vigueta y rehaciendo el centraje del eje de ruedas.

Para evitar cometer dos errores en el manejo del torno como sería arrancar el motor con una velocidad metida y otro con el grifo del depósito de gasolina cerrado, coloqué a la palanca de velocidades una placa que en el caso de no estar en punto muerto tapaba el botón de arranque y al grifo del deposito até con un cordón la llave de contacto de modo que de no estar abierto no llegaba a introducirse en su sitio.

También se construye el puesto del tornero. Con esta nueva disposición dio gran servicio, hasta que la Fenda nos prestó otro de los que había en Mora.

Fotografía 5. Torno con caja de cambio y puesto de tornero.

 

Fotografía 6. Caseta para el torno en la cabecera del aeródromo de Ontur. El torno
se amarraba a las dos estacas que se ven enel suelo, para evitara su deslizamiento.

 

En una conversación con Jaime Tauler en Somosierra, me comentó que el torno de Federico, fue traído a España desde Alemania en los inicios del vuelo sin motor y se le quitó el motor para colocárselo a un camión.


.. Y HASTA AQUÍ LA HISTORIA DE UN TORNO DE REMOLQUE